Muchas veces en las charlas respecto a la juventud surge siempre o casi siempre la palabra problema, entre estos podemos encontrar: “jóvenes mal educados, irrespetuosos, que no desean estudiar, alcohólicos, vagos, peleadores y luego palabras aún más humillantes como drogadictos, ladrones y asesinos, transmisores del SIDA, que sólo piensan en tener relaciones sexuales sin protección y de ahí la gran cantidad de jóvenes embarazadas cuyos destinos quedan truncados.”[1] La juventud la mayorías de las veces es mirada de una forma generalizada, es de mal gusto caracterizar a un grupo tan grande como son las juventudes como fuente de problemas sociales notables hoy en día. Tanto los problemas de educación como el ingerir desmedidamente distintas sustancias tocan a una parte de esta generación, la cual generalmente es la mostrada por los medios masivos, dando a los ojos del espectador una visión oscura de cómo se manejan los adolescentes de hoy.Como se puede destacar de los escritores Mario Margulis y Marcelo Urresti en “La Juventud es más que una palabra”[2], “Las generaciones comparten códigos, pero también se diferencian de otras”. Lo mismo sucede con las juventudes, aunque entre ellas hay similitudes notables como la edad, moda, costumbres y códigos, al mismo tiempo existe una diferencia que se caracteriza en la personalidad y ámbito en el que se crió el joven.Se suele plantear que nuestros jóvenes no pueden brindar nada a la sociedad y mucho menos a sí mismos el fruto de todas sus capacidades ya que un gran grupo no se encuentra en el sistema educativo, otro abandona la escuela muy precozmente, quedando en condiciones de ¨discapacidad¨ educativa, conocimientos y cultura, los cuales son necesarios para poder brindarse a la sociedad y a sí mismos en esta época donde la globalización, exige cada vez más conocimientos y habilidades técnicas para incorporarse productivamente al medio.Se podría decir que aunque sea mínima la cantidad de jóvenes encaminados en la educación, cultura y tecnología que nos rodea es algo que ayuda a la sociedad. Hoy en día los jóvenes están expuestos constantemente a un vaivén de tentaciones, trabas, y “problemas” que se generan en dicha etapa. La constante presión que la sociedad transmite, las dificultades sociales como la pobreza, hambre y guerras le muestran a las generaciones nuevas un mundo en el cual las cosas nos se están construyendo de la manera adecuada.Como consecuencia de dichos problemas muchos de los adolescentes tienen la necesidad de trabajar para ayudar a sus familias, ya que las condiciones económicas no son favorables, algunos pueden estudiar paralelamente pero no es lo que vemos frecuentemente. Todo este problema social trae como consecuencia “el analfabetismo, la carencia de oportunidades intelectuales, recreativas, laborales y económicas que determinan generación tras generación”, es decir, esos chicos que se crían en lugares precarios con familias pobres no ven un futuro, si no que siguen los pasos de sus padres sin un trabajo fijo, vivienda, etc y son criados de distinta manera que un joven de clase media, y mucho mas diferente que al de clase alta Tal como sostiene Pierre Bourdieu[3] existen en la actualidad dos juventudes una son los jóvenes adultos que trabajan y los otros los jóvenes que estudian, a los primeros se les presentan consecuencias como la frustración en las aspiraciones y se les marca la diferencia entre estas aspiraciones y las posibilidades reales que se les dan, encadenado a esto los adultos suelen poner sobre nuestra espalda de jóvenes el peso de un futuro al que tenemos que construir, realmente estamos cansados de escuchar diariamente que somos la causa de muchos problemas y que con ese comportamiento “ el país no va a salir a flote”( que frase tan escuchada ) entonces nos preguntamos, ¿ellos como adultos en vez de desalentarnos con críticas no deberían incentivarnos?.Sumado a lo anterior, el abuso de consumo de drogas sociales, (alcohol, tabaco, marihuana) y las que llamamos pesadas, (cocaína, crack, etc.) es la “moda” entre los jóvenes. “Adolescentes alcoholizados a la salida de los boliches, internados por peleas callejeras, accidentes automovilísticos por estado de ebriedad y bajo el efecto de otras drogas mas fuertes o el conocido trencito de la alegría” han sido encabezado de muchas diarios y noticieros en los últimos años, también es algo cotidiano escuchar como subieron los porcentajes de adolescentes con embarazos no deseados (aunque muchos de los embarazos en la adolescencia son deseados), o las prácticas sexuales irreflexivas, que los exponen al riesgo de las enfermedades de transmisión sexual, como el HIV o SIDA. Generalmente estos problemas son relacionados con las clases bajas o mas pobres de la sociedad, pero hay que marcar que la violencia, los vicios y las enfermedades no tiene preferidos y mucho menos discriminan, si bien los jóvenes de clase baja tienen menos acceso a la educación, y formación para informase sobre las consecuencias de estos “vicios” , los de clase alta que si están al alcance de dicha información manejan igual o mas desmedidamente el consumo de drogas o irresponsabilidad a la hora de tener relaciones sexuales.Debemos recalcar que es triste escuchar este tipo de noticias pero sin embargo claro esta que los que deberían encargarse de revertir la situación son los gobiernos nacionales, estaduales, provinciales y municipales. Seria absurdo decir que es una tarea fácil, ya que cambiar la conducta de gran parte de la sociedad joven seria un riesgo que muy pocos estarían dispuestos a tomar, obviamente es más fácil limpiarse las manos y no ver las cosas como son, muchos piensan “ a mi no me va a pasa”, “ mi hijo no hace esas cosas”,”a esos hay que matarlos”, pero seria bueno aclarar que pasarle le puede pasar a cualquiera, todo los jóvenes tiene el alcance a estas sustancias o conductas, y por ultimo es triste escuchar que aniquilar a alguien sea una forma de quitar el problema.En conclusión podemos ver que estos problemas provocan desorden en la sociedad y no solo en los jóvenes, que la presencia del estado en materia de educación, información y salud es un factor fundamental para empezar a revertir estos problemas y que no tenemos que estar ajeno como sociedad a una problemática que nos afecta a todos, sea cual sea nuestra clase social, y estemos o no influenciados directamente con dichos problemas. [1] Solum Donas, Consultor OPS/OMS. Salud integral de la adolescencia. Marzo 1997.[2] M. Margulis, M.Urresti sita sacada de “ La juventud es mas que una palabra” pág. 18[3] Pierre Bourdieu intelectual y sociólogo Francés. Cita del texto “La juventud no es mas que una palabra”
